Poesías y tribulaciones

[{post} Arena]

Mutila la noche sus alas
cuando la olvidadiza marea
trae otro sueño a mi cama

Pretende volver a echar la arena
desparramada sobre mis entrañas
girando las manecillas del revés
en el semivacío cristal esmeralda

Sobrevuela en círculos concéntricos
tratando de descubrir sin prisa
quienes sembraron las raíces
de los agujeros en mi estomago
quienes llenaron de trapos
los silencios de palabra
quienes sellaron con clavos
los quicios de las costillas

Donde antes hubo un corazón

Vivo en la penumbra
de las persianas bajadas
de las nombres envueltos en bruma
oculto tras los noes
dichos con tono de sies
que no dejan de ser noes
resonando en mí sin respuesta

Cuando ella se viste y se va
desde muy alto me contempla
pasando sus tímidos dedos
por mi cicatriz sin sensibilidad
consciente
-aquí no se puede engañar-
de que ha sido una hora menos
en mi noche de soledad

[{pre} Inteligencia]

"No se pueden tirar piedras
cuando tu casa es de cristal"

i. Inteligencia

Ya sabes
de las glorias efímeras
del descontento
latente
invisible
inapercibible
y escéptico

Lamenta el preámbulo
tengo prisa por decírtelo todo
-sin saber cómo hacerlo-
Razones

Tus fotografías
me engañan
tu inteligencia
me atrae
me devora (4%)

Irrealidad con forma de café:
encuentro
insospechado
¿o premeditado?

No se expresarme
no puedo permitírmelo
Cobardía

Huir hacia delante
hacia la sencillez
de una vida diferente
de tus besos
deseo


ii. Invisible

Desapareces
y vuelves para revindicarte
Adolecemos de casi todo
en el trípode de la contradicción
a la pata coja

Me sonríes
me preguntas
deseo
Inteligencia

¿Ojos? Detrás, tú
Si
No
Todo lo contrario

Incertidumbre
extraña complejidad:
habitas el sueño
-uno de ellos-
aunque salgas en todos

Caminamos por aquellos callejones
de los que hablamos
¿de la mano?
caminamos

iii. Ven

Hechicera
Te aburres
y juegas conmigo

Te equivocas:
No eres el clavo ardiente
ni yo tu pasatiempo
¿sorprendida?

A la luz de la noche esquiva
podemos confundirnos
siempre sabremos
de dónde hemos venido
cada uno
no donde marcharemos
dormiremos
¿te vienes?

Me sorprendes
deseo

-Ahogándome- escribí.
Sigo (o tus apariciones)

Tras las esquinas de los nombres
soñados
emboscados
vividos
o enmascarados


iv. Encontrarte

Sobreponte
sin expectativas
¿cómo iba a haberlas?
Ven
¿a la playa?

De tus ojos
de tu sed
de tu búsqueda

¿cambias?
¿o nos reinventamos?


Deseo
de tí

Acecha
¡puedo salir a tu encuentro!

[¿Estarás esta noche?]

Ahora que sabemos que la muerte
era una acriz mal pagada
y que el humo del cigarrillo
se lleva la desidia de mi sofá
me arrepiento de querer lo que no te digo
porque
sospecho que tu silencio tiene dueño
como el nihilismo uniformador
de mi número de móvil que nunca me pides
o el sueño multicolor de los chicles
que tantas veces dejas pegados
en las aceras grises de callejones sin salida
al final cambio de idea
pero nunca coincidimos
aunque
a veces estemos a la vez
nunca me invitas
y yo solo sé lo que puedo sentir
pienso en hacer un zumo contigo
para beberte tranquilamente
y olvidarte sentado en esta playa
en la que tantas veces nos hemos citado
mientras espero que vuelvas
y te asomes a las ventanas
del surrealismo enmascarado
para encender la velas de nombres
con las que esta noche me hagas soñar
llenándome los ojos de pétalos de artificio
sobre los que imaginarte en mis relojes
noctámbulos de naúfrago casual

[Despertar]

Ahonda la niebla
la invisibilidad de lo evidente
dejan de vibrar los afectos
en los brazos malvas de Morfeo

un segundo, y

su hálito trémulo
tímidamente somete el faro al suspenso
irrumpiendo en el sincronismo espacial

tensa la realidad sus amarras:
la barca de conchas de cristal
deja atadas las rocas a su temeridad

¿quién no quiso atrapar esa luz en su mirada?

cabecea el alba
tomando consciencia de su cuerpo
brotando de su insondable escondite
encrucijada silenciosa

del ayer y del mañana

borboteando efímera contradicción
tras las agujas metálicas
soñolientas de experimentar

Amanece
despierto
o volver a soñar la realidad