domingo, agosto 15, 2004
[Jardín Botánico]
Quemaba el mediodía lisboeta
sin prisa y de la mano
en la frescura de su sombra
arriesgamos la tarde
Seducidos por el encanto:
Caminar olvidando el tiempo
Dejamos fuera el mundo
desnudos sólo nosotros
Hojas y hojas
custodiando el cielo
-Ginkgo biloba-
tus ojos
Troncos y troncos
estandártes vegetales
-Washingtonia robusta-
tu cuerpo
Flores y flores
mil colores, el tuyo, amarillo
-Chorisia crispiflora-
tus labios
Custodiados por el murmullo
silenciador del estanque
nos entregamos al eterno verde
adentrándonos en el laberinto
Fue cuando la luz
se volvó imprecisa
y el deseo, latente
Nuestros dos relojes
marcaron esa misma hora
en el jardín botánico
de una tarde lisboeta
Quemaba el mediodía lisboeta
sin prisa y de la mano
en la frescura de su sombra
arriesgamos la tarde
Seducidos por el encanto:
Caminar olvidando el tiempo
Dejamos fuera el mundo
desnudos sólo nosotros
Hojas y hojas
custodiando el cielo
-Ginkgo biloba-
tus ojos
Troncos y troncos
estandártes vegetales
-Washingtonia robusta-
tu cuerpo
Flores y flores
mil colores, el tuyo, amarillo
-Chorisia crispiflora-
tus labios
Custodiados por el murmullo
silenciador del estanque
nos entregamos al eterno verde
adentrándonos en el laberinto
Fue cuando la luz
se volvó imprecisa
y el deseo, latente
Nuestros dos relojes
marcaron esa misma hora
en el jardín botánico
de una tarde lisboeta
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