martes, abril 27, 2004
[Nadar sin guardar fuerzas para volver]
Nadando en círculo en peceras llenas de pájaros
inalcanzables entre el ego y la perdida credibilidad;
acabar mareados y darnos cuenta -¿este agua
es dulce o es arsénico?-
Nos revelamos ante la falsa transparencia
de los lapsos de la memoria
con sus imágenes de sonrisas congeladas,
y huímos juntos de la promesa de tierra firme.
El paso obligado:
descubrir nuestras caricias mutuas en la piel,
inéditos párpados quemados de tanto sol
en estos cuerpos experimentados en superviviencia y soñar el mar.
Pescadores de extraordinarias habilidades nos persiguen
vendiendo el humo de mentiras brillantes,
ella nada a cierta distancia de mí;
los dos a contracorriente y sin mirar atrás.
Nos desviamos a veces demasiado de nosotros mismos,
detenernos y buscar la primera boya;
esperanzas de esponjas y algas,
a lo lejos erizos y caracolas.
Buceamos por las cavernas de los arrecifes
despreciando el peligro
falso anuncio de otros, y olvidarnos
de flotar en la superficie de las palabras vacías.
Desnudo integral de nuestras fantasías exóticas
al llegar al final y encontrar la salida
sumergimos los fantasmas en el abismo,
con esta habilidad inmaterial que dá la búsqueda sin final.
Salimos y soñamos el fondo de las frases
que añoran libertad en libertad,
¿cómo podremos no aparecer ahogados
cuando mañana hagamos el amor bajo el mar?
Nadando en círculo en peceras llenas de pájaros
inalcanzables entre el ego y la perdida credibilidad;
acabar mareados y darnos cuenta -¿este agua
es dulce o es arsénico?-
Nos revelamos ante la falsa transparencia
de los lapsos de la memoria
con sus imágenes de sonrisas congeladas,
y huímos juntos de la promesa de tierra firme.
El paso obligado:
descubrir nuestras caricias mutuas en la piel,
inéditos párpados quemados de tanto sol
en estos cuerpos experimentados en superviviencia y soñar el mar.
Pescadores de extraordinarias habilidades nos persiguen
vendiendo el humo de mentiras brillantes,
ella nada a cierta distancia de mí;
los dos a contracorriente y sin mirar atrás.
Nos desviamos a veces demasiado de nosotros mismos,
detenernos y buscar la primera boya;
esperanzas de esponjas y algas,
a lo lejos erizos y caracolas.
Buceamos por las cavernas de los arrecifes
despreciando el peligro
falso anuncio de otros, y olvidarnos
de flotar en la superficie de las palabras vacías.
Desnudo integral de nuestras fantasías exóticas
al llegar al final y encontrar la salida
sumergimos los fantasmas en el abismo,
con esta habilidad inmaterial que dá la búsqueda sin final.
Salimos y soñamos el fondo de las frases
que añoran libertad en libertad,
¿cómo podremos no aparecer ahogados
cuando mañana hagamos el amor bajo el mar?
