domingo, febrero 20, 2005
[Ulises náufrago ]
A los que solo ven
lo que quieren ver
(u otras formas de mediocridad)
Distacciones
en la inhibición voluntaria
en las mentiras arrastradas
en la baja socialización
Y unas cuantas cosas más
de este mundo sin sentido
Adentrándome en las sombras
que habitan tras su reflejo
el viento maldito que solo lleva
nunca trae
Perdiendo el rumbo
porque no hay brújulas
porque no hay norte
La libertad tiene un precio
o su sueño blanco encadenado
Los barcos se hundieron
embarrancaron o desaparecieron
-serían los elementos-
Soñar primavera, solo hay presente
frio invernal de la mano de la realidad
desaparecen cielo y suelo
de esta isla sin horizonte final
Las mismas amarras
que unían el barco a tierra
sirvieron para ahorcar al capitán
Ningún motín tuvo nunca éxito
ni un sueño acabó sin despertar
Es este el último viaje
sin principio ni fin
el atajo equivocado es aquel
por el que no es posible volver
Muros de un laberinto que no reconozco
-sin resistencia no hay tragedia-
huellas borradas hacen de cada paso
el primero y te alejan de tí
Negando todos los puertos
que visitaron mi cama
todos los asideros
que amigos que ya no tengo
me tendieron
Vendidos
por un segundo más
este trágico amor
de mi Calipso particular
En cada espejo un arcoiris
un adentrarse en el mar
intentando olvidar
el rastro de olvido
que dejo atrás
A los que solo ven
lo que quieren ver
(u otras formas de mediocridad)
Distacciones
en la inhibición voluntaria
en las mentiras arrastradas
en la baja socialización
Y unas cuantas cosas más
de este mundo sin sentido
Adentrándome en las sombras
que habitan tras su reflejo
el viento maldito que solo lleva
nunca trae
Perdiendo el rumbo
porque no hay brújulas
porque no hay norte
La libertad tiene un precio
o su sueño blanco encadenado
Los barcos se hundieron
embarrancaron o desaparecieron
-serían los elementos-
Soñar primavera, solo hay presente
frio invernal de la mano de la realidad
desaparecen cielo y suelo
de esta isla sin horizonte final
Las mismas amarras
que unían el barco a tierra
sirvieron para ahorcar al capitán
Ningún motín tuvo nunca éxito
ni un sueño acabó sin despertar
Es este el último viaje
sin principio ni fin
el atajo equivocado es aquel
por el que no es posible volver
Muros de un laberinto que no reconozco
-sin resistencia no hay tragedia-
huellas borradas hacen de cada paso
el primero y te alejan de tí
Negando todos los puertos
que visitaron mi cama
todos los asideros
que amigos que ya no tengo
me tendieron
Vendidos
por un segundo más
este trágico amor
de mi Calipso particular
En cada espejo un arcoiris
un adentrarse en el mar
intentando olvidar
el rastro de olvido
que dejo atrás